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CONSEJO TIRVIVIENDAS
El pago de los suministros del hogar supone una importante carga para el presupuesto familiar, más ahora cuando se da una vuelta de tuerca a las nuevas tarifas que se aplican en el caso de la luz. Sin embargo, subidas aparte, se puede pueden mantener a raya ese gasto o consumo energético de una vivienda con sencillos consejos y claves, especialmente pasando de la energía eléctrica al gas natural y cómo TIR nos orienta en este proceso.
Claves de ahorro
Además del grado de eficiencia energética que tenga los equipos o electrodomésticos que tengamos en casa, así como del uso que se dé a los mismos, el consumo de energía doméstica también se ve influenciado por otra serie de parámetros como es el caso de la zona climática donde se ubique la vivienda (en regiones más frías, se disparará por ejemplo el gasto en calefacción), de la orientación de la misma (el sol natural puede ayudar a calentar algo la casa de manera gratuita) o de la calidad constructiva (esto es, si el aislamiento es el adecuado para no derrochar energía). En este sentido también influye la superficie de la casa (no es el mismo gasto para un apartamento de 40 metros cuadrados que para una vivienda que supera los 200), además del número de personas que vivan en ese domicilio ya que el consumo se incrementa como es lógico.
Energía más económica
Ahora cuando se da una vuelta de tuerca a las nuevas tarifas de la luz es más importante que nunca saber en que punto se puede ahorrar, y hay que empezar por donde más se consume: ¿Sabías que el 70% del consumo energético de tu casa es por la calefacción, el agua caliente sanitaria y la cocina? Elegir la energía más económica para estos 3 usos marcará la diferencia en tu factura. Y es que el 70% del consumo que se hace en el hogar se puede reducir si uno se pasa al gas natural, ya que en este caso no se añade un término fijo al pagar la factura por lo que puedes bajar el término de potencia de la electricidad ya que necesita un 47% de energía menos de calefacción y un 19% de agua caliente sanitaria. Y es que el gas natural presenta numerosas ventajas. Así, entre las buenas noticias destaca el hecho de que el gas natural posee un alto poder calorífico, es de fácil acceso para el usuario y presenta un precio competitivo frente a energías similares. Además, otros de los beneficios es que se puede emplear en multitud de aparatos, tanto para generar calor, calefacción, agua caliente, en cocinas y hornos, como para generar frío.