Asientos, camas, muebles, cabeceros o incluso casitas para mascotas... La red está repleta de ideas para fabricar muebles con palets, pero... ¿Sabes realmente lo que estás metiendo en casa cuando adquieres uno? No queremos desanimarte, todo lo contrario... Toma nota de todos los consejos que te vamos a contar, para sepas elegir bien el material de base y disfrutes de tu vena creativa.
En primer lugar, debes de tener en cuenta que una gran mayoría de palets, tiene una marca o nomenclatura que nos va a dar información sobre su procedencia.
Si pusiera "EPAL" estás de suerte, es un palet europeo y habrá sido tratado contra dos cortarrollos con los que os podéis encontrar: hongos e insectos.
Si no llevara ninguna marca, quiere decir que este tratamiento se lo vas a tener que dar tú para evitar sorpresitas.
Y si vierais las iniciales MB ¡Descartarlo porque es tóxico!
Tampoco te recomendamos los palets coloreados por el mismo motivo: no sabemos si los han tratado con algún producto peligroso que pueda poner en riesgo nuestra salud y la de nuestra familia. ¡Poca broma con esto!
De una obra, de una tienda, de un contenedor... No nos engañemos, un palet normalmente ha tenido una vida bastante dura antes de llegar a nuestras manos. Puede que su apariencia sea correcta, pero que en sus entrañas esconda una población de animalitos tipo carcoma, larvas... ¿seguimos? que no han sido invitados a tu casa. Por tanto, lo primero que has de hacer antes de meter la madera en tu dulce morada y luego arrepentirte, es tratarla.
No os imagináis la cantidad de gente que ha metido un palet en casa y se ha encontrado con la sorpresa de que sus bichitos se han pasado a otros muebles sanos, las puertas o incluso la cocina de sus casas.
Aplica siempre un tratamiento contra los bichos y así evitarás problemas. Hay imprimaciones de diversos tipos en función de si ya tiene bichos, o no. Por eso, déjate asesorar bien antes de comprar alegremente.
Lo mejor de usar palets es a parte del ahorro económico que supone utilizar este tipo de madera, el beneficio ecológico de reciclar un material que iba a ser descartado. El problema es que esta madera suele ser muy blanda y por regla general viene sucia y bastante basta. Por eso, una vez desmontes el palet (con cuidado de sacar sus clavos) deberías pasar una lija de grano medio o fino para librarla de defectos e imperfecciones.
Eso hará que el poro de la madera se abra y puedas tratarla a fondo.
La madera de pino con la que se hacen los palets aún después de haber sido tratada con fungicidas y de haberse lijado a conciencia, nos puede dar problemas de "sangrado". No son otra cosa que manchas de resina que inevitablemente saca la madera.
Para trabajar sobre ella y fabricar nuestros muebles sin miedo a que después se estropeen por culpa de esto, utiliza una pistola de aire caliente sobre los nudos. Así la madera termina de sacar toda esa resina fácilmente.
Además de un ejército de bichos y parásitos que pueden vivir en esta madera, hay otro problema que acecha a los pobres palets y es la humedad o los rayos del sol. Por eso, hay que limpiar a fondo cada pieza, restaurarla si está dañada y recibir un tratamiento especial que la haga idónea para usar tanto en el interior como en el exterior de tu casa.
Posiblemente el trabajo más costoso, es sacar cada tabla de madera y sus correspondientes clavos estriados para obtener la materia prima que andabas buscando. Una tarea que si no has hecho nunca, te puede dar algún que otro dolor de cabeza.
Terminados todos estos trabajos previos, la madera estará lista para convertirse en tu proyecto. Sin olvidarnos de que al finalizar el mueble, es recomendable dar otro tratamiento impermeabilizante que lo mantenga en perfectas condiciones muchos años. Especialmente si tenemos previsto colocar el mueble en una terraza o se va a exponer directamente a los rayos del sol, el viento o la lluvia.
